Si has oído hablar de la “enfermedad de la bofetada” esto te interesa
Su nombre científico es infección por parvovirus y se trata de una enfermedad vírica que aparece principalmente en la infancia y que, aunque presenta síntomas muy leves en los niños, se manifiesta con una rojez en las mejillas que hace que se asemeje a una bofetada
Una enfermedad vírica provocada por el parvovirus B19
El megaloeritema, también llamado eritema infeccioso, conocido popularmente como "enfermedad de la bofetada" es una enfermedad vírica provocada por el parvovirus B19. Se inicia con síntomas leves y muy generales como dolor de cabeza, mocos o malestar y luego puede brotar la erupción típica que comienza en las mejillas y es de color rojo brillante.
Puede aparecer a cualquier edad, aunque afecta principalmente a los niños en edad preescolar. "Este año hemos notado un notable aumento de casos. Aunque normalmente afecta en la primera infancia este año estamos viendo casos en niños un poco más mayores. Esto probablemente sea porque quedaron no immunes y se han contagiado todos de vez ahora" nos explica la Dra. Isabel Vives, pediatra de Hospital Quirónsalud Barcelona. La lesión cutánea se suele extender después por el resto del cuerpo, siendo muy característico que afecte a nalgas y extremidades, con pequeñas lesiones rojizas que hacen un dibujo que recuerda al encaje de bolillos. En algunas ocasiones también puede picar. No obstante, "es importante saber, para la tranquilidad de las familias, que la mayoría los niños se recuperan rápidamente sin complicaciones"nos explica la doctora.
Habitualmente las lesiones duran una semana, aunque la erupción se puede reactivar por factores como el calor o la luz y durar más tiempo.
Cómo sé si mi hijo está afectado
Dado que el diagnóstico es clínico, su pediatra podrá determinarlo en consulta. No será necesario ningún análisis previo. Asimismo, dada su benignidad, no suele precisar ningún tratamiento.
Un virus contagioso pero leve que no requiere de aislamiento
El contagio se provoca al hablar, toser o estornudar mediante las gotitas de saliva que pueden emitirse. El niño contagiado puede transmitir la enfermedad durante la incubación, cuando apenas existe sintomatología o es muy difícil identificar los síntomas.
"El virus deja de ser contagioso cuando aparecen las primeras manifestaciones cutáneas o rojeces en la cara, por lo que no hay que tomar medidas de aislamiento y el niño puede ir al colegio con normalidad si se encuentra bien" apunta la Dra. Vives.
Higiene de manos y buenas prácticas al toser: la fórmula para prevenir su contagio
No existe un tratamiento específico. Por lo tanto, al igual que cualquier enfermedad que se contagia por vía respiratoria, las medidas para prevenir contagios son: lavado de manos y buenas prácticas al toser o estornudar (no apoyarnos en las manos al toser sino en el interior del codo).
Ante cualquier duda consulte con el Servicio de Pediatría de Quirónsalud Barcelona.